Los conflictos en las relaciones de pareja

Los conflictos en las relaciones de pareja

En las relaciones de pareja, igual que en otro tipo de relaciones, en ocasiones surgen conflictos y es importante aprender a manejarlos para que estos no acaben con la relación, sino que se pueda aprender y crecer también a través de ellos. Los conflictos de pareja si son muy frecuentes y no se saben resolver, pueden ocasionar problemas de salud emocional y/o física y dañar emocionalmente a los hijos, si es el caso. Y es por eso que es importante poder afrontarlos de una forma madura y constructiva. Algunos de los motivos por los que las parejas discuten son los siguientes: La intimidad: la intimidad es una cuestión muy personal de cara a uno mismo y de cara a la relación. Es necesario poder tener claro el grado de intimidad que uno quiere compartir con el otro a nivel emocional y sexual, y poder llegar a puntos de encuentro, para que la intimidad juegue a favor de la relación y del vínculo y no en contra. Gestión del tiempo libre: este puede ser un motivo de discusión porque las necesidades, los gustos o las aficiones de cada miembro pueden ser diferentes y puede haber una dificultad para llegar a acuerdos acerca del tiempo libre que se comparte y el que cada uno pasa por su cuenta. Gestión de las tareas domésticas y cuidado de los hijos: es posible que no haya un acuerdo en qué tareas se deben hacer, cómo hacerlas y quién se ocupa de ellas. Siendo así se puede dar un desequilibrio en la organización de las tareas, dando lugar a una sobrecarga de uno de los...
La pareja sana y adulta

La pareja sana y adulta

Estar en una relación de pareja puede ser un reto… Y estar en una relación de pareja sana y adulta, mucho más todavía. La pareja es el vínculo que quizás más moviliza a nivel emocional y afectivo, ya que mueve tanto la afectividad del presente como la del pasado, pues tiene que ver con: -Cómo aprendí a querer y a ser querida en mi familia. -Qué aprendí acerca de qué es el amor y cómo lo expreso. -Cómo aprendí a quererme y valorar quién soy. -Cómo aprendí a valorar y respetar quienes son los otros. -Qué heridas afectivas hubo a lo largo de mi historia y cómo las he resuelto. Todas estos son aprendizajes importantes que con mayor o menos consciencia llevamos a las relaciones de pareja. En función de cómo se gestione todo ello me comportaré de una forma u otra en la relación, qué podrá ser más sana y adulta si se ha resuelto de una forma adecuada o más infantil si no es así. Por ello es importante poder mirar hacia dentro de forma sincera e ir contestando a estas preguntas para valorar cómo de resueltos tengo los conflictos afectivos de mi historia personal cuando empiezo una relación de pareja: cómo me relaciono afectivamente conmigo mismo y cómo me relaciono afectivamente con el otro. ¿Qué características son propias de una relación sana y adulta? Compartir afecto y cuidados: que haya una afectividad adecuada ajustada a las necesidades de los dos miembros de la pareja y que sea mutua y equilibrada en el dar y recibir.La responsabilidad: es importante que cada uno se haga responsable de sí...